OH, dominicana Navidad!!!
Quién olvida las pascuas en Quisqueya?
Cuando pienso en Navidad, no hay manera de amarrar mis pensamientos a los recuerdos recientes en Puerto Rico.
Para mi, esta época del año recrea el Santo Domingo de los 80 y 90. En mi mente huele a pan de frutas, sabe a te de jengibre compartido y suena a Cima Saborrrrr Navideño desde la primera brisita dicembrina.
Tal vez porque me crié en un sector de la zona oriental con muchas desventajas en términos de calidad de vida comunitaria, dónde lo variopinto es una mescolanza de alegrías injustificadas y angustias bien llevadas; mi infancia y juventud tienen huellas muy particulares.
Teníamos en el barrio personajes especiales. Esos que duraron muchísimos años y aún hoy te preguntas si estarán vivos. Es en esta época que más los recuerdo.
Había un señor, que según las malas lenguas, cuando niño se dio un golpe en la cabeza y su mamá lo acostó a dormir. Sin un ápice de ciencia todos afirman que "se levantó loco" y de ahí su apodo: "Junior el loco".
Nunca lo vi envejecer. El golpe puso un alto a la evolución natural de su mente y tambien de su cuerpo. Desde el alba estaba en la acera, recostado de la pared de su casa, pantalones cortos y la misma chancleta de goma que como su dueño nunca se añejó. Con ella se daba en la cabeza, una y otra vez. De él aprendí dos cosas: Uno, las malas palabras más Indecentes del argot popular a una edad demasiado temprana y dos, que su tipo de calzado se llamaba "pisa-mierda". Alguien recuerda esas chancletas, la pisa-mierda?
Fue en una Navidad también que escuché a mi vecino preguntarle a su esposa a viva voz que si se le había caído su parte íntima. La pregunta era retórica, sarcástica y llena de rabia; de esa que le sobreviene al macho cabrío cuando no ha probado hembra en mucho tiempo. Supongo que cansado de excusas por el aparente cierre de ese departamento, estalló sin reservas.
Además no usó la palabra vulva. Imagínese usted lo ridículo de la pregunta: "Se te cayó la vulva, mi amor?". El usó la palabra "Cresta", como de gallo pero sin la S; que en República Dominicana es el modo más feo de referirse a esa delicada parte: "SE TE CAYÓ LA .......?????"
Esto me viene a la mente y casi casi lo acompaño de un "Alegre vengo de la montaña de mi cabaña que alegre vaaaa". Sí, eso es Navidad.
Fue en vísperas de Nochebuena también que se supo toda la verdad. Medio barrio había sido vilmente engañado por un vendedor de comida ambulante y el programa de televisión de la periodista Nuria Piera nos regaló una cruda y asquerosa realidad.
Sucede que todas las noches pasaba un señor con un cubo plástico en la cabeza, que llamaba "la cena". Iba caminando y pregonando: "la cena, la cenaaaa".
La cena era como un mondongo o algo así.
En RD se suelen preparar viandas para esa última comida de la noche (yuca, papas, Mangú); así que, qué mejor complemento que un mondonguito ya preparado y sin coger lucha.
Antes de continuar voy a recordarles que mi mamá es tremenda cocinera. Tuvo negocio de comida y JAMÁS iba a comprar semejantes piltrafas para la cena de su familia, que con tanto orgullo confeccionaba, esperando a cambio los mil halagos de los que era merecedora.
Dicho esto -repito- fue en una Navidad que Nuria Piera reveló al mundo que aquel hombre había sido apresado por vender PERRO. Sí, carne de perro. Entre las delicias que se pregonan en las calles en Navidad -como el pan de fruta y los pasteles en hoja- también había fricasé de perro realengo.
Cierta vecina (a la que se le cayó la popola), y que era fiel a la cena, no la vi hasta mucho después del día de reyes, que cortó mi esperanza de escuchar su reacción, cuando me "LADRÓ": Tenemos que hablar de ESO?!?!?!?!???!??"
Y hablando del día de reyes, la Navidad estaba muy atada a esta fecha, que era el día que realmente recibíamos los regalos.
En vísperas del 6 de enero, todos los chicos íbamos a recoger grama para los camellos como dicta la tradición.
Recuerdan al rey mago que fumaba?
Sí!!!!! Al que había que dejarle un Marlboro light junto a la yerba y los dulces! Al menos eso afirmaba mi mamá (quién casualmente fumaba Marlboro Light). También había que dejar vino (el mismo que "casualmente" tomaba papi).
Ahora puedo imaginar a mami con su cigarrillo y a papi con su copa, envolviendo los tiernos regalos de su prole. Una hermosa estampa. :)
Lo más bonito es que en casa de mi tía Armenia (donde no fumaban) no dejaban cigarrillos.... Sospechoso..... Eh? A menos.... Que fuera como mami le explicó a mi hermana cuando estaba chiquita, que como ya se lo fumaba en casa, le rey mago vicioso, no necesitaba más.
Regresando al presente, esta es la segunda Navidad de mi hijo. Aquí sigo la tradición del gordo que se mete en la chimenea, -que no tengo-, y deja los regalos debajo del árbol -que juro pondré el próximo año-. Guardaremos unos pesos para los reyes -que gracias a Dios ya no fuman, pero beben vino y aman el flan de vainilla-
Me pregunto cómo recordará mi hijo en unos años la Navidad?
En lo personal escasamente recuerdo los regalos... Pero sí añoro la ilusión de mi corazón al dejar la yerba, los dulces y hasta el cigarrillo y el vino.
Recuerdo las anécdotas y las risas, el amor entre familia, el afecto entre vecinos y la solidaridad entre desconocidos.
Espero que Puerto Rico sea un escenario fantástico para vivir hermosas experiencias esta Navidad. Aquí no quiero olvidar lo bueno que hace al alma reír sin poner medidas y amar con la misma fórmula matemática.
A todos mis amigos, dominicanos y puertorriqueños, que en esta época de Navidad construyamos el mejor recuerdo, sembrémoslo en el corazón y vivamos para recoger los frutos de esa cosecha. Qué el amor de Dios y su Santo Espíritu sean el Rocío que cada día riegue sus raíces.
Despido la última entrada del 2014, esperando que el nuevo año traiga paz para ambos pueblos, mi añorada Quisqueya y mi adorado Puerto Rico.
Felicidades a todos!
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